Marcelo Gullo, reconocido historiador y politólogo argentino, ofrece en esta obra un análisis revisionista del papel de España en la historia de América. El autor se opone a la llamada «leyenda negra», argumentando que la conquista y colonización española fueron mucho más beneficiosas que perjudiciales para los pueblos indígenas y el desarrollo de las actuales naciones iberoamericanas. Su tesis central es que España no solo trajo explotación y violencia, como sugieren muchas narrativas dominantes, sino que dejó un legado cultural, jurídico y social que permitió la consolidación de sociedades más justas y avanzadas en comparación con otras colonizaciones europeas.

Gullo sostiene que la presencia española en América no fue un acto de dominación indiscriminada, sino un proceso de mestizaje y construcción de civilización. Destaca el papel de la monarquía hispánica en la promulgación de leyes que protegían a los indígenas, como las Leyes de Indias, que establecieron normativas para su bienestar y limitaron los abusos de los encomenderos. En contraposición al sistema anglosajón, donde los pueblos originarios fueron prácticamente exterminados, el modelo español permitió la integración de indígenas, mestizos y africanos en una sociedad que, con sus limitaciones, buscaba la inclusión antes que la segregación.

El autor también subraya la creación de universidades, catedrales, hospitales y ciudades con trazados organizados, demostrando que España no solo extrajo riquezas, sino que invirtió en la infraestructura de sus colonias. Universidades como la de San Marcos en Lima o la de México fueron fundadas más de un siglo antes que Harvard, lo que refuerza la idea de que la educación y la cultura fueron pilares de la administración española en América. Además, la evangelización llevada a cabo por órdenes religiosas como los franciscanos y jesuitas no se limitó a la conversión religiosa, sino que implicó la enseñanza de oficios, el desarrollo de la agricultura y la promoción de derechos para los indígenas.

Otro punto clave del libro es la comparación con otras potencias coloniales. Gullo contrasta el modelo español con el anglosajón, destacando que mientras en Norteamérica los nativos fueron arrinconados y exterminados, en Hispanoamérica se promovió una fusión cultural que dio lugar a naciones mestizas. La hispanidad, según el autor, permitió la creación de una identidad compartida, que aún hoy une a los países iberoamericanos en términos lingüísticos, religiosos y culturales.

En conclusión, Lo que América le debe a España es un ensayo provocador que invita a reconsiderar la historia de la conquista desde una óptica distinta a la habitual. Con una sólida base documental y un estilo argumentativo claro, Marcelo Gullo reivindica la imagen de España en América, resaltando su contribución a la civilización y el desarrollo de las naciones hispanoamericanas.