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El reencuentro entre España y América (1492-1992) en clave de Filosofía del Derecho, Antonio-Enrique Pérez Luño​

El reencuentro entre España y América (1492-1992) en clave de Filosofía del Derecho, Antonio-Enrique Pérez Luño

Esta investigación nos aporta una reflexión profunda y equilibrada sobre el impacto histórico, jurídico y cultural del encuentro entre España y América a partir del descubrimiento de 1492. A través de un análisis filosófico y jurídico, el autor aborda las complejidades de este evento, destacando tanto sus aspectos positivos como los desafíos que surgieron en el proceso de integración entre ambas culturas.

Pérez Luño comienza cuestionando las denominaciones tradicionales como descubrimiento o conquista, argumentando que estas etiquetas no capturan la complejidad del encuentro entre dos mundos. En su lugar, propone el término “encuentro”, que refleja mejor la interacción y el intercambio cultural que se produjo entre españoles y pueblos indígenas. Este enfoque permite una visión más matizada y menos polarizada de la historia, evitando tanto la exaltación retórica como la descalificación global.

Uno de los puntos clave del artículo es la defensa de la postura ética y jurídica de la Corona española en relación con los derechos de los indígenas. Pérez Luño destaca cómo, desde el principio, hubo un esfuerzo por parte de los teólogos y juristas españoles, como Juan López de Palacios Rubios y Fray Matías de Paz, por reconocer la humanidad y la libertad de los indígenas. Aunque el «Requerimiento” —un documento que instaba a los indígenas a aceptar la soberanía española y la fe cristiana— ha sido criticado por su carácter coercitivo, el autor señala que también reflejaba una preocupación por legitimar la presencia española de manera jurídica y ética, evitando en lo posible la violencia.

El artículo también resalta la importancia de la Escuela de Salamanca y figuras como Francisco de Vitoria, quienes sentaron las bases del derecho internacional moderno al defender la igualdad de todos los seres humanos y cuestionar la legitimidad de la conquista basada en la fuerza. Estas ideas, aunque no siempre se aplicaron en la práctica, representaron un avance significativo en la concepción de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos indígenas. Pérez Luño subraya que el debate sobre América no fue un fenómeno aislado, sino que involucró a toda la sociedad española del siglo XVI, desde la Corona hasta los ciudadanos comunes. Este debate, que se desarrolló en un clima de relativa libertad intelectual, permitió la discusión abierta sobre la legitimidad de la presencia española en América y los derechos de los indígenas. Aunque hubo abusos y contradicciones, el autor argumenta que la Corona española mostró una sensibilidad inusual al permitir y fomentar estas discusiones, incluso cuando ponían en tela de juicio sus propios intereses.

En cuanto a la «Leyenda Negra”, Pérez Luño reconoce que hubo crueldades, pero también critica la exageración y la falta de contexto que a menudo caracterizan esta narrativa. Señala que muchos de los críticos de los abusos fueron los propios españoles, lo que demuestra una capacidad de autocrítica y una preocupación por la justicia que no se encuentra en otras potencias coloniales de la época.

En conclusión, el artículo de Pérez Luño ofrece una visión equilibrada y positiva de la relación entre España y América, destacando los esfuerzos por establecer un marco jurídico y ético que protegiera los derechos de los indígenas. Aunque reconoce los errores y abusos, el autor enfatiza que el encuentro entre ambas culturas fue un evento histórico de gran importancia que sentó las bases para el desarrollo de los derechos humanos y el derecho internacional. Este enfoque refuerza la imagen de España como una nación que, a pesar de sus fallos, contribuyó significativamente al progreso cultural y jurídico de las Américas.